
Llega a las librerías HOMENAJE A UN SONIDO, (editorial Cuadernos del Laberinto. Madrid 2015) la última obra del jurista Santiago González-Varas Ibáñez, quien desarrolla una labor literaria, casi filosófica que se centra en las sensaciones intelectuales, el llamado "Sensacionismo", que consiste en una forma de ver la realidad centrándose en las sensaciones
que produce, una forma genuinamente intelectual de acercamiento a
aquélla, desinteresándose por aquello que no produzca sensación. Además
de la forma en que el arte puede representar lo social, es una manera
también de acercarse al arte mismo, e incluso de explicar (como veremos
después) la sociedad de nuestro tiempo. Un antecedente sería Fernando
Pessoa (Reis y Caeiro) cuando proclama el principio de la supremacía de
la sensación, ya que la base de todo arte y de la realidad misma es la
«sensación intelectualizada»,
El personaje de HOMENAJE A UN SONIDO descubre su existencia a través de un sonido musical, y gracias a este hallazgo la percepción de mundo exterior e interior adquieren significación.
González-Varas nos pone de cara ante la pregunta central de esta obra ¿La realidad precisa ser creada? y va desarrollando una compleja red de respuestas, suposiciones, afirmaciones y deducciones que llevan al lector a adentrase en espacios novedosos sobre el pensamiento y la fuerza del mismo convertido en sensación, en emoción.
¿Indignación ante la belleza
imposible?, ¿imposibilidad de un mundo
verdadero?, ¿insatisfacción por no poder llegar
a otra afirmación?
Aquí tiene el lector su deseo cumplido, ver cómo,
en efecto, existe
una realidad superior que es cierta y que vence sobre la realidad
material.
Una nueva forma de misticismo no necesariamente religiosa. El descubrimiento de ciertas sensaciones es el medio más
certero de
la realidad de uno mismo y de las cosas
Hemos podido charlar con el autor, quien nos explica en profundidad el sentido de “Homenaje a un sonido”, tanto en su vertiente literaria como desde el punto de vista de la creación.
—¿Qué va a encontrar el
lector en “Homenaje a un sonido”? ¿De dónde surge el título?
Encontrará por ejemplo el
invento de la “realidad creada”: las fronteras entre el artista y el espectador
se diluyen y yo creo que mi obra es sobre todo un homenaje al “receptor de
cultura” que se crea su propia realidad.
Esta es la función del arte. En un mundo en que el ciudadano está perdido,
convertido en un ser anónimo y anodino, privado de la posibilidad de realizar
grandes cosas (a diferencia de las generaciones pasadas), la única salida que
veo es esta. “Homenaje a un sonido”, aunque de corte clásico, expresa un sentir
de su tiempo y la posible solución para superar esa sensación que provoca la
realidad de hoy. Me ha sorprendido ver recientemente en youtube, aunque sea en
un puro plan de divulgación, programas
sobre cómo un puede “crearse su propia realidad”… Las ideas de cada época están
en el aire y los escritores las cogemos por intuición. Los dramaturgos dicen lo
mismo, hay que dar una salida al individuo de hoy de esta misma forma.
“Homenaje a un sonido”
expresa también una paradoja: lo más real es un sonido, pese a que este se
manifiesta solo a través de instantes poderosos. Querría entonces mantenerme en
ese lugar de forma permanente, no lo consigo, pero así todo (aunque sea solo
mediante instantes) esto es lo más veraz y real a lo que podemos llegar. El
título pues es simple expresión de estos hechos.
—Es usted el máximo
exponente del «SENSACIONISMO»? ¿Cómo surgió este concepto?
Supongo que, como todos
los inventos, en parte del azar. En mi caso, lo cuento en “Homenaje a un
sonido”: uno tiene una experiencia mística captando el sentido del mensaje musical.
Me pregunto qué es eso. Indago, descubro una sensación poderosa, lo único que
siento como real. A partir de ahí el mundo da vueltas en torno a esa sensación
musical o artística. Todo lo que me interesa es descubrir eso mismo en la
realidad convencional o material. O es eso mismo o no satisface. El
sensacionismo, según yo lo entiendo, tiene referencias en la historia y en
otros autores (lo he explicado en otros libros anteriores) pero, tal como yo lo
desarrollo, es un concepto en efecto nuevo.
—¿Qué tal lleva que le
tachen de “raro”?
Perfectamente, siempre
lo fui. Lo único, que mi rareza es puramente intelectual. No necesito formas
extravagantes para ser raro, lo soy por naturaleza. Todo lo que he hecho en mi
vida ha sido desarrollar el personaje que llevo dentro, ese que me sonríe a
veces. El sensacionismo lleva a situaciones raras, al subordinar la palabra a
la sensación. Habría mucho que hablar de esto.
—¿La belleza no es un
concepto frívolo, es la profundidad de la inteligencia?
La frivolidad yo creo que
es una inteligencia a medio hacer. No está mal la frivolidad. Sobre todo por
las mañanas tiene más mérito, por la noche es más fácil serlo. No obstante, hay
algo por encima de la frivolidad, las claves de la sabiduría; que se dejan ver
mal, cierto, pero es preciso intentar captarlas en los instantes que se
manifiestan. La belleza hay que verla desde fuera, si estás inmerso en ella no
la captas. En eso sí es verdad que la frivolidad ayuda.
—¿Cómo convencer a los que
dicen que no leen poesía porque no la entienden?
Si lo dicen será por
algo. Lo mío no es poesía, es antipoesía. Es poesía en tanto en cuanto los
extremos se chocan. Al final quizás es lo más poético. No me atrevo a decir que
soy un poeta aunque lo que hago es poesía.
—¿Cuál es su metodología en
el proceso de creación?
Buena pregunta. En mi
caso, mi método fue musical. Oigo, proceso interiormente la sensación, y la
paso al papel tal como suena. Traducida en palabras, a veces la palabra queda
totalmente subordinada a su misión: crear una determinada sensación. Abuso de
este método que a veces lleva a un absurdo místico.
—¿Cómo ve el papel de la
métrica y la rima en la poesía contemporánea.
El problema de fondo es
que, con rima o sin rima, llega mal al público y esto tiene unas causas que
explico también en otros libros que están a punto de salir donde intento hacer
ver que la cultura es la gran farsa de Occidente (“La imposibilidad de la
cultura”).
—Además de poeta, es usted
catedrático de derecho ¿Logra transmitir a sus alumnos la pasión por las letras?
Creo que sí. Transmitir esas sensaciones que hay por debajo de las
leyes, de las sentencias, de los hechos, de las personas que están en ello,
consigue transmitir el sentido real de las cosas. Tener dos almas (la jurídica
y esta otra) siempre es bueno. Creo que además la dimensión que aporta el Derecho,
para entender el arte, es crucial. Todos estos temas los abordo en distintas
publicaciones que van a salir de golpe estos días, después de haber estado años
escribiéndolas al mismo tiempo durante muchos años. Curiosamente hoy se publica
con Civitas “Juicio a un abogado incrédulo”, una obra extravagante para todos
sobre la justicia y las sensaciones.
Pero
“Homenaje a un sonido” está por encima de todo esto, intentando superar la
realidad (ese es su encanto, ese imposible) y haciendo ver que lo importante es
esa musicalidad del mundo, esa descripción de estados místicos. Aunque me gustaría
que esa realidad superior que se intuye fuera permanente, y no solo instantes,
es lo más a lo que uno puede llegar.
Más información: Editorial Cuadernos del Laberinto
Coleccción ANAQUEL DE POESÍA, Nº
49
60 páginas • I.S.B.N: 978-84-944752-6-9
• 10€
Santiago González-Varas
Ibáñez
Palencia (1965).
Lo que siempre quiso fue escribir libros, por
eso, al terminar Derecho, se centró en la enseñanza
universitaria a fin de poder dedicarse a la
escritura. Quizás gracias a ello, llegó a ser
Catedrático de la Universidad de Alicante.Sus trabajos revelan una vocación poética de fondo
que intenta descubrir las claves de la realidad artística
o intelectual. Desarrolla el género llamado «SENSACIONISMO»,
una sucesión de claves de pura y constante inspiración
musical, que intentan trasladarnos a la realidad material. Esto
le lleva a escribir a veces de forma extraña, pero le
consuela ver que, de tales estilos «raros», la literatura
está llena (Pessoa, Hölderlin o Nietzsche podrían
ser algunos de sus referentes clásicos). Dentro de esta
línea se sitúan sus obras La búsqueda
intelectual de lo trascendente, La imposibilidad de la cultura,
El sensacionismo, La segunda realidad o el reciente Homenaje
a un sonido.
También ha cultivado el ensayo en España no
es diferente o Discurso a Hispanoamérica y España.
Además, es Doctor en Derecho ,no sólo en
España sino también en Alemania. Ha obtenido
cuatro Premios Nacionales, ha sido asesor de
instituciones relevantes y Becario Humboldt.